viernes, 26 de octubre de 2012

La caja de Pandora


Ayer buscando fotografías para poner en la ofrenda para mi sol, abrí ese baúl empolvado que concentra cientos de imágenes que recrean el pasado de mi familia. Rostros sonrientes, fiestas, cuerpos sanos, perfectos, lugares lejanos, mis primeras tomas fotográficas, los objetos, las mascotas, los colores, y entre todo ello, escritos de hace casi 20 años, en los que las amigas de entonces hablan de pactos eternos, en los que me describo en esta misma casa y ansiosa por estar en cualquier otro lado menos rígido. Los recuerdos se agolparon compitiendo por ser acariciados en mi memoria que quedó sumamente sensible y receptiva.

Hacia la medianoche me dispuse felina a relamer rastros de aquello que escribí con puntos suspensivos para disfrazar una huida defensiva, y descubrí que son heridas compartidas y aún vivas, quizás no percibidas en lo cotidiano, pero no por ello menores.

Sugerí un encuentro para saldar esa deuda y probablemente no es el momento, aunque la suya haya sido una respuesta espejo de mis últimas palabras de aquél tiempo. Quizás falta madurar todavía más y vivir en otras circunstancias. Lo cierto es que simplemente pretendí expresar una sincera apología.


domingo, 14 de octubre de 2012

En el limbo...

De pronto todo parece detenido, el viento no lleva ninguna fuerza ni dirección y mis pensamientos oscilan entre quien soy ahora, los planes pospuestos innumerables veces y el tiempo que quizás queda para realizarlos.

Es tiempo otra vez de tomar decisiones, de seguir instintos y de renunciar a "las posibilidades".

La renuncia es la que más pesa...

sábado, 11 de agosto de 2012

Hoy...

¿Qué queda después del vacío? 
¿Del vacío de emociones? 
¿Después del silencio?

¿Qué queda cuando se piensa y se vive en singular 

y quedó tan atrás el "nosotros"?

¿Qué queda...?



After such pleasures



Esta noche, buscando tu boca en otra boca,
casi creyéndolo, porque así de ciego es este río
que me tira en mujer y me sumerge entre sus párpados,
qué tristeza nadar al fin hacia la orilla del sopor
sabiendo que el placer es ese esclavo innoble
que acepta las monedas falsas, las circula sonriendo.

Olvidada pureza, cómo quisiera rescatar
ese dolor de Buenos Aires, esa espera sin pausas
ni esperanza.


Solo en mi casa abierta sobre el puerto
otra vez empezar a quererte,
otra vez encontrarte en el café de la mañana
sin que tanta cosa irrenunciable
hubiera sucedido.


Y no tener que acordarme de este olvido que sube
para nada, para borrar del pizarrón tus muñequitos
y no dejarme más que una ventana sin estrellas.




domingo, 29 de julio de 2012

Triste...

Hace unos días estuve por segunda ocasión en un lugar hermoso que me obliga a reflexionar. La primera vez me senté en la mitad de un puente, y mientras contemplaba la naturaleza, analicé la situación en la que me encontraba: Con una exposición en puerta, una relación sin presente ni futuro y una huelga a media historia. Esta vez no pude sentarme, pero al cruzar ese mismo puente, recordé y me cuestioné. Hay mucho que no me gusta de lo que vivo en estos tiempo y sé que hay mucho por cambiar, mucho por dejar atrás, mucho por enfrentar...

Al volver a casa quise olvidar esta sensación, pero un intercambio breve de palabras me ha hecho sentir una profunda tristeza y a replantearme qué es lo que debo dejar atrás para sentirme plena.

Falta mucho, lo sé...


domingo, 10 de junio de 2012

Dificultades...

Qué difícil resulta educar a otro ser... y más si es humano.

He descubierto que el amor no basta. Ni las buenas intenciones. Ni el dedicar mucho tiempo, ni el trabajar como locos para aportar lo necesario en cuestiones de alimentación, vestido y cultura.

Hoy me siento con ganas de rendirme. Ya no sé qué hacer. Y temo torcer a esta personita.


martes, 15 de mayo de 2012

domingo, 13 de mayo de 2012

Las palabras que rezumban...

Pero no, ésta vez en verdad no haré nada. Podrá quizás ser orgullo, o decidia, o resignación. No lo sé, pero es lastimero.

No sé qué tan ciertas sean tus palabras, no me lo imagino porque así como el jugo en polvo y el agua, tú y tu imagen, mis sentimientos y lo que quizás queremos se han ido confundiendo cada día más.

Desde siempre te hablé de reciprocidad y he intentado no dar más ni menos de lo que tú aportas. Por eso me indigna que ahora que actúo como tú, te ofendas de esta manera, que invites al diálogo cerrándolo, que seas tú quien hable de dejarlo disolver, quien habla del mundo real versus este idealizado mundo de pantallas... Quizás es en el fondo lo que deseas y no sabes cómo decirlo.

Hubo un tiempo en que eras real, en que no dormía con tal de escuchar tu respiración, en que sentía taquicardia al ver que aparecías. Hoy ya no: me cansé de esperar una dosis de realidad y como no hubo eco que me diera fuerza, me he acorazado. Ya no puedo creer y por eso necesito certezas: lo que veo existe; lo demás es sólo un sueño y los sueños, sueños son...

No creo que me leas; tampoco creo que vuelvas a buscarme...

Espero que logres adivinar con exactitud el lugar que ocuparás en mi memoria.


Erase una vez el hombre . Cap-1 . Nace la tierra

Diálogo

Reciprocidad...

jueves, 26 de abril de 2012

Sensaciones...

Comienzo a sentirme triste. Quizás es sólo la certeza de que la plenitud dura muy poco.

Anoche soñé cosas discordantes y desagradables: recuerdo un sitio, como tipo hostal, poco estructurado, con mucha gente diversa, una calle ancha cualquiera en la que se gestaba una intensa lucha entre delincuentes por el territorio, me recuerdo a mi corriendo en busca de Ana, de Juan y de mi sol, recuerdo a unos de los delincuentes subiendo las escaleras de donde nos alojábamos, me recuerdo saltando en el juego del avión y la inmensa necesidad de ver y sentir el mar.

Al despertar, el sueño se desvaneció, pero no la sensación de que algo no va bien y también me invadió una angustia nueva.

Conforme van pasando los días, esto deja de ser novedad, y las palabras dulces de a poco van desapareciendo, y mi inestabilidad es mayor. Hay mañanas que despierto sin saber dónde estoy y no me siento conforme con las nuevas obligaciones impuestas. Cada vez se torna más inequitativo.

lunes, 23 de abril de 2012

jueves, 19 de abril de 2012

Cuerpo a la vista

Y las sombras se abrieron otra vez

y mostraron su cuerpo:
tu pelo, otoño espeso, caída de agua solar,
tu boca y la blanca disciplina
de tus dientes caníbales,
prisioneros en llamas,
tu piel de pan apenas dorado
y tus ojos de azúcar quemada,
sitios en donde el tiempo no transcurre,
valles que sólo mis labios conocen,
desfiladero de la una que asciende
a tu garganta entre tus senos,
cascada petrificada de la nuca,
alta meseta de tu vientre,
playa sin fin de tu costado.

Tus ojos son los ojos fijos del tigre
y un minutos después
son los ojos húmedos del perro.
Siempre hay abejas en tu pelo.
Tu espalda fluye tranquila bajo mis ojos
como las espalda del río a la luz del incendio.

Aguas dormidas golpean día y noche
tu cintura de arcilla
y en tus costas,
inmensas como los arenales de la luna,
el viento sopla por mi boca
y un largo quejido cubre con sus dos alas grises
la noche de los cuerpos,
como la sombra del águila la soledad del páramo.

Las uñas de los dedos de tus pies
están hechas del cristal del verano.
Entre tus piernas hay un pozo de agua dormida,
bahía donde el mar de noche se aquieta,
negro caballo de espuma,
cueva al pie de la montaña que esconde un tesoro,
boca de horno donde se hacen las hostias,
sonrientes labios entreabiertos y atroces,
nupcias de la luz y la sombra,
de lo visible y lo invisible
(allí espera la carne su resurrección
y el día de la vida perdurable)

Patria de sangre,
única tierra que conozco y me conoce,
única patria en la que creo,
única puerta al infinito.



sábado, 14 de abril de 2012

:D


Y hay momentos en los que siento que siento mucho.

Anoche pasó.

*****


miércoles, 4 de abril de 2012

Los días...

Lo confirmo: Este trabajo no me gusta. Cada día veo más cosas que me desagradan. Lo único bueno es este mundo de libros e historias que nos rodea; fuera de él, todo es turbio, desde los poco igualitarios trabajos que se nos imponen, los horarios de pesadilla, el trato entre compañeros es más como estar en un estanque con pirañas...

Cuentan que el lunes llegó una usuaria que quería llevarse un libro por cuarta semana consecutiva, lo que está prohibido, y que su actitud fue tan altanera, que nadie quiso autorizar esta violación de reglamento. La mujer, dicen, gritó tan alto como pudo y golpeó con un libro a uno de los jefes de confianza para luego salirse con el libro y encerrarse en su autito último modelo con libro e hijo de menos de 2 años. El resultado fue que lleva ya dos días presa y acusada por robo del patrimonio universitario. Y a penas iban 3 días con nuestra jornada de 12 horas diarias. Me pregunto qué pasará hoy, que ya llevamos 5 días entre estos muros.

Ciertamente, lo que más deseo es renunciar.


lunes, 2 de abril de 2012

Anoche...

Ayer hubo cambio del horario, y salí del trabajo aún con luz. Caminé rápidamente acompañada por alguien que más bien me hizo sentir incómoda, así que hice por abstraerme.

Conforme avanzaba el autobús recordé aquellos primeros viajes que me parecían eternos hacia la casa que entonces estaba en construcción. Recuerdo una sesión de fotos ante los cimientos y las calles con algunos árboles y jardineras, los mismos que anoche vi rodeados del gris de las obras del metro. Entonces recordé a mi papá: La infinidad de veces que dijo que era necesario que hubiera metro para llegar más pronto a cualquier lugar, y mi ensoñación ante sus palabras tan rotundas. Desee con toda la energía que aún me quedaba que hubiese una máquina para comunicarse con los muertos y entonces decir: "Clayito, al fin sucede, debes venir a mirar que ya falta poco para que podamos hacer nuestro primer viaje juntos en el metro a casa". La última vez que viajamos fue seguramente, cuando sentía que el mundo se me venía abajo, aquellos días en que el arrepentimiento y el dolor me hicieron sentir más rencor ante sus palabras que eran todo lo opuesto a balsámicas...

Y quedé con la promesa de llevarlo a Chiapas con mi salario...

Seguí recordando y lamentando que el tiempo sea insuficiente para disfrutar a quienes queremos, o que quizás sí lo sea, pero no sabemos administrarlo correctamente.

Y esto último me hace pensar en Ana una vez más. En el poco tiempo que la veo y en el ínfimo tiempo que puedo dedicarle, a ella que siempre se ha caracterizado por dar todo de sí a los demás, ella, la que mejor me conoce, y que siempre está...

Y ya lloré...

Miro a través de la ventana y las ramas de las jacarandas se mecen con el viento, luego el pasto, la gente que pasa, el andador, el cerco que limita el jardín y más allá los autos que corren a toda velocidad hacia no sé dónde. Aquí dentro, la gente lee, algunos más platican y ríen, atrás se escuchan las voces de algunos niños, el sonido adormecedor de las fotocopiadoras y el trapeador de la señora que limpia el piso.

Anoche llegué tarde y no me gusta la casa vacía. Extraño infinitamente al hijo cuando no está y también un poco a M cuando quiero creer que funcionará. Pero nada pasa. Y pasan por mi mente nombre ya casi sin rostro; las asociaciones son extrañas: un nombre es rugido; otro un pulgar ancho; otro un viaje en el metro con sinceridad extrema e inusitada; uno, olor desagradable y excelente comida; otro, carcajadas graves; y hay una discusión sobre extraterrestres que ya carece de nombre y rostro. Y todos ellos se van diluyendo mientras escribo y me pregunto cuánto daño pude hacer en cada uno, y cómo influyeron en quien soy ahora, y sobre todo, ¿Qué será de ellos? ?Qué de todo esto contaré a mi sol?




jueves, 29 de marzo de 2012

Oda a la tristeza

Tristeza, escarabajo
de siete patas rotas,
huevo de telaraña,
rata descalabrada,
esqueleto de perra:
Aquí no entras.
No pasa.
Ándate.
Vuelve
al sur con tu paraguas,
vuelve
al norte con tus dientes de culebra.
Aquí vive un poeta.
La tristeza no puede
entrar por estas puertas.
Por las ventanas
entra el aire del mundo,
las rojas rosas nuevas,
las banderas bordadas
del pueblo y sus victoria.
No puedes.
Aquí no entras.
Sacude
tus alas de murciélago,
yo pisaré las plumas
que caen de tu mano,
yo barreré los trozos
de tu cadáver hacia
las cuatro puntas del viento,
yo te torceré el cuello,
te coseré los ojos,
cortaré tu mortaja
y enterraré, tristeza, tus huesos roedores
bajo la primavera de un manzano.
Cuando yo muera quiero tus manos en mis ojos:
quiero la luz y el trigo de tus manos amadas
pasar una vez más sobre mí su frescura:
sentir la suavidad que cambió mi destino.
Quiero que vivas mientras yo, dormido, te espero,
quiero que tus oídos sigan oyendo el viento,
que huelas el aroma del mar que amamos juntos
y que sigas pisando la arena que pisamos.

Quiero que lo que amo siga vivo
y a ti te amé y canté sobre todas las cosas,
por eso sigue tú floreciendo, florida,

para que alcances todo lo que mi amor te ordena,
para que se pasee mi sombra por tu pelo,
para que así conozcan la razón de mi canto.

martes, 27 de marzo de 2012

...

Esta casi noche me siento agotada. Di todo frente a los niños, no hay otra explicación.

La luz se va extinguiendo y el sueño adormece mi cuerpo conforme pasan los minutos y escribo de modo autómata, mientras la energía lo permita.

Estoy enojada contigo, y aunque hablé de corresponsabilidad, no puedo evitar esta emoción. Para nada me gustó que refiriéndote a este espacio, te lavaras las manos hablando de "mis historias". Y me indignó aún más el que no sepas quién es JG, siendo tan de tu región.

No diré más y me voy....



domingo, 25 de marzo de 2012

Arrabales

Ante tu voz se detiene el dolor.
Tu voz está muda, la
sombra mordida por los perros
es nuestra propia sombra y vive
al pairo de los besos,
cubre la pérdida con pliegues y
recordaciones que vendrán. La noche
no es una hermana acostada
con las manos vacías. Es tu ropa
que cae al suelo y se retira
a su aroma. Así venís
desde cualquier confín. El sur
está vacante, menos
tu hermosura que pasa por
mi avidez. Mojás
mi boca con tu vino justo.
despertás arrabales
del amargo arrabal.

jueves, 15 de marzo de 2012

La paciencia... Tiempo...

Llevo unas tres semanas evadiéndome en el cine rosa, y la temática de las películas, aún sin buscarlas ha sido el amor a la distancia espacial o temporal, el tan bien conocido "amor de lejos..." Y todas tienen el final feliz y perfecto que siempre esperamos en la vida cotidiana, ese que muy pocas veces vemos materializarse. Evidentemente, hablo por mi; seguro habrá quienes sí lleguen a esos paradisíacos nudos.

La cuestión es que sigo enjaulada en la misma situación, y que poco sé de paciencia. Y siento que conforme van pasando los días, se complica todo, se van enredado sentimientos por aquí y por allá, y mientras duermo percibiendo el aroma de unos negros y encaracolados cabellos, sueño tu nombre, y lo repito una y otra vez. Incluso a veces me despierto temiendo haberlos dicho en voz alta... Y durante esas noches me siento victimaria.

¿Y si alguien se entera y terminamos heridos?

Cada que intento alejarme estás ahí...

Y ahora dices que no es imposible, que sucederá...

Pero el tiempo sigue su curso, nos involucramos más aquí y allá.

¿Y luego...?

Todo esto me confunde. ¿No podría ser más sencillo, o yo ser menos ingenua y más realista?

Tengo tantas ganas de susurrar a tu oído un casi imperceptible "te amo"...

Quizás sólo es que me hizo mal tanta cursilería cinematográfica.

jueves, 1 de marzo de 2012

martes, 14 de febrero de 2012

martes, 10 de enero de 2012

Tu fantasma