Qué difícil resulta educar a otro ser... y más si es humano.
He descubierto que el amor no basta. Ni las buenas intenciones. Ni el dedicar mucho tiempo, ni el trabajar como locos para aportar lo necesario en cuestiones de alimentación, vestido y cultura.
Hoy me siento con ganas de rendirme. Ya no sé qué hacer. Y temo torcer a esta personita.
Identificada totalmente :)
ResponderBorrar