Vocecitas Noctámbulas: Nota 1

lunes, 18 de enero de 2010

Nota 1

No más patanes.

5 comentarios:

Yazmin Ayala18 de enero de 2010, 11:33 p.m.
SEEE CHES HOMBRES.... QUE SE VAYAN TODOS AL AVERNO EN FILITA INDIAAA JAJAJA
ResponderBorrar
Respuestas
La Diabla19 de enero de 2010, 3:32 a.m.
detalles jejeje por que dejarlos si son simplemente geniales jajaja

te encargo te leas esto...

http://vrazitos.blogspot.com/2007/11/10-sencillas-reglas-para-involucrarte.html

es muyyy util jajaja
ResponderBorrar
Respuestas
LaTalita19 de enero de 2010, 7:39 a.m.
Jajaja... Sí, son buenos consejos, pero no cuando estás jugando a la casita; para eso prefiero un hombrecito de verdad... jijiji
Saludos!!!
ResponderBorrar
Respuestas
Karkarkarrr19 de enero de 2010, 7:17 p.m.
Pero que sea CIERTO, Zit...
ResponderBorrar
Respuestas
LaTalita19 de enero de 2010, 11:24 p.m.
Sí, te aseguro que soy la primera que lo espera.
Lo chafa en todo esto es que pronto sustituyó la tristeza al enojo (sólo duró poco más de 24 horas)
ResponderBorrar
Respuestas

Muerte sin fin (fragmento)

Lleno de mí, sitiado en mi epidermis
por un dios inasible que me ahoga,
mentido acaso
por su radiante atmósfera de luces
que oculta mi conciencia derramada,
mis alas rotas en esquirlas de aire,
mi torpe andar a tientas por el lodo;
lleno de mí -ahíto- me descubro
en la imagen atónita del agua,
que tan sólo es un tumbo inmarcesible,
un desplome de ángeles caídos
a la delicia intacta de su peso,
que nada tiene
sino la cara en blanco
hundida a medias, ya, como una risa agónica,
en las tenues holandas de la nube
y en los funestos cánticos del mar
-más resabio de sal o albor de cúmulo
que sola prisa de acosada espuma.
No obstante -oh paradoja- constreñida
por el rigor del vaso que la aclara,
el agua toma forma.
En él se asienta, ahonda y edifica,
cumple una edad amarga de silencios
y un reposo gentil de muerte niña,
sonriente, que desflora
un más allá de pájaros
en desbandada.
En la red de cristal que la estrangula,
allí, como en el agua de un espejo,
se reconoce;
atada allí, gota con gota,
marchito el tropo de espuma en la garganta
¡qué desnudez de agua tan intensa,
qué agua tan agua,
está en su orbe tornasol soñando,
cantando ya una sed de hielo justo!
Mas qué vaso -también- más providente
éste que así se hinche
como una estrella en grano,
que así, en heroica promisión, se enciende
como un seno habitado por la dicha,
y rinde así, puntual,
una rotunda flor
de transparencia al agua,
un ojo proyectil que cobra alturas
y una ventana a gritos luminosos
sobre esa libertad enardecida
que se agobia de cándidas prisiones!