jueves, 30 de abril de 2009

Día del niño


Duelen las 8 muertes causadas por la influenza porcina, duele que se sumen a las ocasionadas por la estacional, o por la neumonía atípica; a las atribuibles a la desnutrición, la tuberculosis o la falta de atención médica, aumentadas a las que provoca la insalubridad extendida por todo el país, además de las que se dan sin registro, pues nadie se toma la molestia de contar a otro indio muerto.

Trágico, que el diputado que debiera ser representante del pueblo y exigir en la emergencia acciones urgentes y que se realicen programas a corto, mediano largo plazos para resolver desde abajo los más urgentes problemas y evitar la propagación de las epidemias esté muy ocupado planeando su “puentazo “.

¿Quién va a exigir que los servicios médicos ahora y siempre sean gratuitos, suficientes y eficaces para tod@s? ¿Quién, que no se haga negocio de la desgracia?

¿Nadie investigará si el decreto presidencial que autoriza el allanamiento de morada y otras violaciones atenta contra nuestras garantías individuales y el derecho a la privacidad? No son suficientes 50 pesos diarios a 35 mil meseros del DF, dado que los trabajadores afectados son millones, y 50 pesos son apenas un salario mínimo, insuficientes a todas luces para lo indispensable. Tampoco son suficientes 3 mil o 6 mil pesos a las familias de los enfermos para afrontar gastos que el gobierno debería asumir en su totalidad.

Mas de 30 millones de estudiantes han parado actividades, cuando la epidemia que padecemos se encontraba en la fase tres. La medida se aplica cuando se llega a la fase seis, (en Estados Unidos se cierran solamente las escuelas donde asisten estudiantes infectados). ¿Qué medidas se aplicarán ahora que la OMS ha declarado que entramos a la fase cinco, si las correspondientes a la seis ya han sido aplicadas?

¿Suspender las actividades de la administración pública solucionará el problema, ahora que el sentido común nos dice que lo que hace falta es trabajo y planeación de acciones de emergencia sanitaria y alimentaria? Es también muy preocupante el aspecto del secretario de Salud, se ve abatido y agotado.

Pesar por que hoy, en vez de celebrarla, tengamos a nuestra infancia ociosa y aterrorizada.

Tomado del correo ilustrado, La Jornada.

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