miércoles, 9 de marzo de 2011

Sueño...

Vago el recuerdo, pero fue el volver a un lugar en el que seguramente hace más de diez años fui feliz, y era por trabajo (¿en qué más pienso ahora si no en eso?), todo indicaba que sería excelente, así que decidí mudarme para allá... y llevé todos los triques significativos. Comencé por instalar la cama, y luego la cocina. Hecho esto decidí recorrer bien el lugar y descubrí que todo seguía igual: la gente era más o menos la misma, o al menos tenían la misma actitud desinteresada ante todo, y no había nada firme: ni techo, ni proyectos; había mucha basura, mucha inseguridad y sentí angustia. Renuncié de inmediato, pero no sabía qué hacer ahora con todo lo que dejé y todo lo que llevé conmigo y que ahora no sabía cómo regresar a su sitio original. Y el mayor símbolo de toda esa decadencia fue un alguien (que mucho marcó en mi hace una década), que apareció en mi sueño, siguiendo mis pasos, hasta en mi cama aún no del todo instalada. Ese alguien me provocó escalofríos, repugnancia, horror y me ayudó a despertar.

¿Alguna señal más clara?


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