¿Anotar para recordar o anotar para pensar...?
Pienso...
Me pongo los lentes, tomo café con leche, escucho boleros y sigo pensando en la insoportable dispersión de estos días que no me ayuda a escribir. Pienso en lo que he vivido últimamente, y de la nada o del todo se me vienen montones de recuerdos. Hace algunos días Dise que dice me dijo algo así como que mi compañerita de desvelos es de esas personas que pasan por la vida y que no hay que dejarlas ir. Ese comentario de inmediato me remitió a cuatro personas que han pasado por mi vida, esas personas que una sabe que son muy importantes, con las que puedes congeniar perfecto y potenciar todo lo bueno que te conforma, con las que podrías (valga lo cursi del sentido) ser muy, muy feliz. Sin embargo, han derivado, por distintas circunstancias, en amores platónicos y ya.
Recordándolos de modo cronológico, deberé decir que los dos primeros ni idea tuvieron de lo que significaron para mi: con uno sólo hablé de intereses profesionales, con el otro hablaba de todo, pero en cuanto descubrí que no le era indiferente y que me movía cosas, opté por evadirlo. El tercero es un caso aparte: a éste sí le hice saber mi sentir, aunque reconozco que me faltó en acciones demostrarlo, pero pues nomás no se puede, las culpas ganaron. Y el último, bueno, ciertamente tengo la esperanza de que no entre en este grupo. La distancia medio que lo determina así, pero igual, todavía hay solución.
Y mientras ellos siguen cada uno su tan distinto camino, yo ando por acá, soñando y evocando a Platón: ¿Será que las sombras de la fogata son azules?
Me acaban de hacer el día tú y dis -y los perros pradereños gorditos gorditos de hace rato- :) ¿Eso dijo dise?
ResponderBorrarEso dice que Dise!
ResponderBorrarJeje