miércoles, 25 de febrero de 2009

Con febrícula...

Me duele todo, pero lo que más doloroso resulta es el no poder parar...
¿será que algo me persigue?

Necesito una tregua, unos días panza pa´rriba, con las merecidas dosis de agua y sol..

¿Cuándo..?


domingo, 22 de febrero de 2009

Tenochtitlan, ¿nuestros cimientos?

Ansiedad, emoción: vértigo


La última vez que tuve esta sensación fue hace unos 20 años.

En aquella ocasión tuvimos visitas y tocó dormir de a 4 por cama. El plan era madrugar para ir al Popocatepetl que estaba nevado. Aquella noche la pasé recreando la leyenda de los volcanes, imaginando la textura de la nieve, el cráter con la lava visible y cercana, el peso de las botas sobre la ceniza volcánica, los pinos, el increíble paisaje, que era mi preferido sobre cualquier otro, además del gran aliciente de unos riquísimos tlacoyos de frijol que vendían en el camino , y del colorido mercado y las nueces de Amecameca. Todo se fue en un ensueño maravilloso. Pensaba en el aire frío acariciando las pocas partes expuestas de mi cuerpo, en la suavidad de esa chamarra que sólo podía usar para ir allá, pues era exageradamente cálida; así que pasé horas dando vueltas en el poco espacio de cama que me había tocado.

Al fin el sol comenzó a iluminar nuestro cachito de mundo y mi papá madrugador  con su característica premura nos levantó a todos y poco después estábamos apretujados en la camioneta, contentos y sumamente emocionados. El camino no fue tan largo pues la vista cada vez resultaba más atractiva.

Cuando llegamos al albergue al pie del volcán, estaba más que feliz. Me fascinaba ese gran salón y ver a la gente con equipo especial para subir a la cima que parecía cercana desde ahí.

Una vez que preparamos la fogata y desayunamos nos dispusimos a avanzar hacia arriba. Todos los niños no podíamos contenernos más y corrimos, corrimos por la vereda y nos sedujo una pendiente de ceniza ideal para dar marometas. Ahí fue donde mi falta de sueño se manifestó: mal de montaña...

                                    Pffffff... 

                                                Peor cosa no podía pasarme. Me llevaron de regreso y el resto del día lo pasé en el albergue con mi abuelita mirando cómo ascendía el resto de la familia y más tarde oyendo las aventuras que pasaron todos ellos que sí pudieron dormir la noche anterior por no estar tan emocionados con yo.

Y esta noche tengo esa misma sensación. Mañana, repentinamente me cambio de casa, a otro cerro de los que forman la cuenca del Valle de México. Otra vista, otra perspectiva, nueva vida, todo cambia, todo se renueva ¡¡¡y no puedo dormir!!! (aunque intuyo que es más bien debido a las incontables tazas de café que bebí hoy). Sólo espero que nada parecido al mal de montaña me arruine los planes de este nuevo día...

Y es así como me voy a la cama ahora, esperando no dar demasiadas vueltas. Aunque debo reconocer que esta sensación me agrada. 


martes, 17 de febrero de 2009


¡¡¡Odio tanta incertidumbre!!!

domingo, 15 de febrero de 2009

El amenazado

Es el amor. Tendré que ocultarme o huir.

Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz. La
hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única.
¿De qué me servirán mis talismanes: el ejercicio de las letras,
la vaga erudición el aprendizaje de las palabras que usó
el áspero Norte para cantar sus mares y sus espadas, la serena amistad,
las galerías de la Biblioteca, las cosas comunes, los hábitos, el joven
amor de mi madre, la sombra militar de mis muertos, la noche
intemporal, el sabor del sueño?
Estar contigo o no estar contigo, es la medida de mi tiempo.
Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre se levanta a la voz
del ave, ya se han oscurecido los que miran por la ventana, pero la
sombra no ha traído la paz.
Es ya lo se, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz, la espera y la
espera y la memoria, el horror de vivir en lo sucesivo.
Es el amor con sus mitologías, con su pequeñas magias inútiles.
Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar.
Ya los ejércitos que cercan, las hordas.
(Esta habitación es irreal; ella no la ha visto.)
El nombre de una mujer me delata.
Me duele una mujer en todo el cuerpo.

Despedida

Entre mi amor y yo han de levantarse
trescientas noches como trescientas paredes
y el mar será una magia entre nosotros.

No habrá sino recuerdos.
¡Oh tardes merecidas por la pena!
Noches esperanzadas de mirarte,
campos de mi camino, firmamento
que estoy viendo y perdiendo....
Definitiva como un mármol
entristecerá tu ausencia otras tardes.

jueves, 12 de febrero de 2009

Shhh...

El silencio es el ruido más fuerte, 
quizás el más fuerte de los ruidos.

(...)

El sentimiento más profundo se revela siempre en el silencio.

Não: devagar

Não: devagar.
Devagar, porque não sei
Onde quero ir.
Há entre mim e os meus passos
Uma divergência instintiva.
Há entre quem sou e estou
Uma diferença de verbo
Que corresponde à realidade.
Devagar...
Sim, devagar...
Quero pensar no que quer dizer
Este devagar...
Talvez o mundo exterior tenha pressa demais.
Talvez a alma vulgar queira chegar mais cedo.
Talvez a impressão dos momentos seja muito próxima...

Talvez isso tudo...
Mas o que me preocupa é esta palavra devagar...
O que é que tem que ser devagar?
Se calhar é o universo...
A verdade manda Deus que se diga.

Mas ouviu alguém isso a Deus?

miércoles, 11 de febrero de 2009

¿A qué saben tus besos?

Nos sincronizamos para dormir; dormimos juntos. Me arrullo con el ritmo de tu respiración, intento sentirla sobre mi piel y aparece poco después tu cálido abrazo; imagino el color de las aves que cantan por la mañana (tu mañana), y cuya voz me saca de sueños en que vuelo entre cerros nevados, pueblos con fiestas, gente hormiga caminando por las calles y tanta, tanta esperanza en el aire.

Me alegra tanto que hayas vuelto, que compartamos sueños, que las horas se diluyan en instantes, que tu voz y tu sonrisa poblaran esta pantalla que nos separa, que nos acerca. Esta mañana no abuso si digo que estoy feliz. 

Sólo hay una cosa que me niego a imaginar y que me intriga cada día más; que necesito conocer ya: ¿A qué saben tus besos?

La bonita, hermosa canción.... :)

domingo, 8 de febrero de 2009

Para los creadores..

No sé por qué se quejan ustedes de ser incomprendidos (...), pero ¿qué es todo esto comparado con los horrores de ser comprendido, totalmente comprendido? El autor comprendido se ha traicionado, se ha dado a conocer, se ha entregado a la merced de las criaturas a quienes ha dado a guardar su alma.


Paradojas...

En lugar de hacer lo que uno desea, o lo que le causaría placer, avanza uno por la vida haciendo todo lo contrario la mayor parte del tiempo (...). Ahora que soy libre, tengo toda clase de facilidades para hacer lo que deseo, y con admirable constancia hago precisamente todo lo que no deseo.

Refrán popular

A fuerza, ni los zapatos entran!!!!!

viernes, 6 de febrero de 2009

Escribir...


"...Solemos escribir tales cosas con letra confusa por el mismo motivo que vestimos nuestros cuerpos. No nos permite nuestro pudor andar desnudos, y la expresión de nuestros pensamientos íntimos, de nuestras ansias más inaplazables, de nuestros recuerdos secretos, no deben, ni cuando nos hacemos la violencia de estamparlos en el papel, ser leídos ni entendidos con demasiada facilidad..."

Jueves de preguntas y océano azul...



Quisiera una certeza, sólo una,  pequeñita... cada día me confunden más cosas; este mundo aparece informe, incomprensible, abstracto y también sumamente atractivo, pero aún así quisiera una certeza, una pequeñita, así como la confianza de que me perderé en tus ojos cuando me miren de frente, así como que soñar es bueno porque ayuda a creer y luchar, así como que las distancias nunca serán infranqueables, o como que el amor no es deseo disfrazado, o como que la noche es sinónimo de tu voz, o como que nuestros caminos confluyen para seguir juntos los pasos por andar, o que las noches siempre vienen con estrellas, o como que si coincidimos un día fue porque el universo así busca un equilibrio... 

No sé a dónde quiero llegar. Sólo pensaba escribir un poco pensando en ti, en las cosas raras que me han pasado hoy y hablar también de esta nostalgia, de este no saber de ti y, sin embargo, esperarte, quererte, inventarte... y con tu sonrisa apagar así toda agonía...

¿Qué sueños me visitarán esta noche? ¿Qué sueños te acarician ahora, y te susurran al oído alguna historia remota?

He decidido seguir adelante, ¿vienes?

lunes, 2 de febrero de 2009

La Balada

Me rindo, no me rindo, me rindo, no me rindo, me rindo, no me rindo, me rindo, no me rindo, me rindo, no me rindo, me rindo, no me rindo, me rindo, no me rindo, me rindo, no me rindo, me rindo, no me rindo, me rindo, no me rindo, me rindo, no me rindo, me rindo, no me rindo, me rindo, no me rindo, me rindo, no me rindo, me rindo, no me rindo, me rindo, no me rindo, me rindo, no me rindo, me rindo, no me rindo, no me rindo, me rindo, no me rindo, me rindo, no me rindo, me rindo, no me rindo, me rindo, no me rindo, me rindo, no me rindo, me rindo, no me rindo...
¡¡¡No quiero rendirme!!!
Ayúdame, sí?

De Arte, amor y todo lo demás...

Quienes protestan de la sosegada monotonía de la vida del oficinista, quienes ansían cierta medida de emoción que diversifique la cotidiana rutina, deben probar esta receta mía y llevar el tobogán acuático a las oficinas. Es muy sencillo. Lo único que es necesario hacer es dejar de trabajar durante un momento y preguntarse. ¿Por qué estoy haciendo esto? ¿A santo de qué? ¿Es que he venido al mundo provisto de un alma inmortal, con el sólo propósito de sentarme diariamente ante una mesa de escribir? Haceos, amigos míos, estas preguntas reflexiva y seriamente. Pensad siquiera un instante en su significado, y, puedo garantizarlo, por muy firmemente asentados que os encontréis en vuestra silla, dura o blanda, experimentaréis la sensación inmediata de que caéis al vacío, de que estáis cayendo de cabeza, cada vez más rápidamente en la nada.
Para quienes no pueden prescindir de fórmulas, recomiendo este pequeño cuestionario, el cual debe ser leído durante las horas de oficina, siempre que se haga la jornada.
P. ¿Para qué estoy trabajando aquí?
R. Para que unos agentes de bolsa judíos cambien sus automóviles pequeños por otros grandes, compren los últimos discos de gramófonos con música de baile y se vayan de vacaciones a la playa.
P. ¿Para qué continúo trabajando aquí?
R. Con la esperanza de poder ir algún día de vacaciones a la playa.
P. ¿Qué es el progreso?
R. El progreso está formado por agentes de bolsa, más agentes de bolsa, y todavía más agentes de bolsa.
P. ¿Cuál es la meta de los reformadores sociales?
R. La meta de los reformadores sociales es crear un estado en el cual todo individuo goce de la mayor cantidad posible de libertad y descanso.
P. ¿Qué harían los ciudadanos de ese estado reformado con su libertad y su tiempo para descansar?
R. Muy probablemente lo que hacen los agentes de bolsa, es decir,  pasar los fines de semana en la playa, conducir velozmente un automóvil e ir al teatro.
P. ¿Qué condición es precisa para estar contento con la vida que lleva uno?
R. No pensar.
P. ¿Cuál es el cometido de los periódicos, los cines, la radio, las motocicletas y las orquestas de baile?
R. La función de todas esas cosas es evitar que se piense y matar el tiempo. Son los más poderosos instrumentos de la felicidad humana.
P. ¿Cuál era para Buda el más mortal de los pecados?
R. El no darse cuenta de las cosas, la estupidez.
¿Y qué ocurriría si comienzo a darme cuenta de las cosas y a pensar?
R. Tu silla se convertirá en un vagón de montaña rusa; el suelo de la oficina se abrirá graciosamente bajo tus pies, y te encontrarás lanzado al abismo.

domingo, 1 de febrero de 2009

Reapareció... ¿reapareció?

Algo se quebró con esa ausencia suya; quizás mi confianza, quizás la esperanza. 
Ahora escribo mientras escucho su respiración. Del otro lado duerme, tal vez sueña, tal vez entreabre un ojo y me mira mientras escribo estas líneas; no lo sé. Es un ser indescifrable y lejano. 
Un día llegó a mi, abrió puertas y ventanas, jugueteó con mis horas y mis sueños y luego de hacer vibrar cada recoveco simplemente desapareció. Ahora regresa como si otra década tuviera encima suyo, y yo quisiera saber todo, todo cuanto ocurre en su interior, pero es tan hermético. No sé cómo penetrar en ese mundo que niega y expone a la vez, cómo mirar lo que hay detrás de esos ojos tristes, cómo mantenerlo despierto, cómo hablar del mar de emociones que provoca...


Verano


Ha reaparecido la mujer de ojos entreabiertos
y de cuerpo concentrado, andando por la calle.
Ha mirado de frente, tendiendo la mano
en la calle inmóvil. Todo ha vuelto a resurgir.

En la luz inmóvil del día lejano
se ha quebrado el recuerdo. La mujer ha alzado
la frente sencilla y su mirada de entonces
ha reaparecido. Se ha tendido la mano hacia la mano
y el apretón angustioso era el mismo de entonces.
Todo ha recobrado colores y vida
con la mirada concentrada, con la boca entreabierta.

Ha regresado la angustia de días lejanos
cuando un inesperado e inmóvil estío
de colores y tibiezas emergía ante las miradas
de aquellos ojos sumisos. Ha regresado la angustia
que ninguna dulzura de labios abiertos
puede mitigar. Se cobija, fríamente,
en aquellos ojos, un inmóvil cielo.

Era tranquilo el recuerdo
bajo la luz sumisa del tiempo, era un dócil
moribundo para quien ya la ventana se aniebla y desaparece.
Se ha quebrado el recuerdo. El apretón angustioso
de la leve mano ha vuelto a encender los colores,
el verano y las tibiezas bajo el vívido cielo.
Pero la boca entreabierta y las miradas sumisas
no dan vida más que a un duro, inhumano silencio.