Si no es mucho trastorno, ruegocon cierta desesperación,ser atendido esta noche.No cabe la alarma, no. No es grave.Es, como ya he dicho,una cierta desesperación.Pudiera ser que una mano,una mano anónima, durante cincoo seis segundos sobre la míame calmara.Esta noche, por primera vez me sientoinatendidamente cansado.
La liturgia del desorden.
La matemática del espejo
No hay comentarios.:
Publicar un comentario