Esta mañana recibí un correo electrónico de una de las amiguitas entrañables. Sus palabras me alegraron mucho y también me hicieron entrar en sintonía nostálgica. En su mensaje nos cuenta de un viaje deseado y pronto a realizar, pero también habla de la amistad, de esos detalles que van marcando diferencias y significados. Me honra saberme incluida en su lista, pues la distancia ha dominado desde hace muchos años, y es cierto, como bien lo dice, aún así, el cariño y el pensamiento se mantienen. En la parte específica en que me menciona, dice:
"..., mi amiga iniciadora. El tour por Veracruz, las visitas a los zapatistas, los cachititititos compartidos de comida, los libros de Cortázar como oráculo, el Templo de Diana, etc, etc, etc."
Esas palabras desataron una lluvia de recuerdos, muy en sintonía con la iniciación de la que habla, a los que habría que sumar el viaje al Cervantino, con vodka, complicidades y muchas risas de por medio, en el que nos descubrimos amigas; la ida de pinta a Tepoztlán; las tantas fiestas; las repetidas veces que vimos El libro de Cabecera, y La ciudad de los niños perdidos; el miedo ante la oscuridad en las grutas de Cacahuamilpa; Michoacán y sus artesanías; un campamento en Hidalgo donde todo tenía forma de corazón, según la chamana de los escupitajos; también de forma paralela nos iniciamos en el amor y la sexualidad; y cómo olvidar el Reno y su llanto al verme; nuestra versión metal de La rama, las tantísimas cosas compartidas en tan poco tiempo... La guayaba y la tostada, la estalactita y la estalagmita...
Sólo queda decir GRACIAS, por tantos lindos recuerdos, que espero que se sigan sumando, aunque sea de vez en cuando.
¡BUEN VIAJE!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario