miércoles, 31 de agosto de 2011

Ídem

De espejismos y otras farsas...

Cada vez siento más frío.

Anoche fue distinto, lo fue tanto que esta mañana me aventuré a construir de modo autómata palabras sobre la mesa, palabras que estuve saboreando todo mi día fuera de casa como posibilidad, como una nueva puerta abierta, como ese fragmento de arcoiris que coloreó el paisaje de mis cerros.

¿Qué pueden significar un puñado de abatelenguas apilados? ¿Orden? ¿Puntos suspensivos? ¿O punto final?

De nuevo es tarde, el frío me invade desde los pies y me decido a buscar refugio en mi cama, mientras tanto, estaré expectante a los sonidos de la noche.

Ya quiero estar bien.

No quiero caer.


lunes, 22 de agosto de 2011

2011-2012

Es molesta esta incontrolable ansiedad. Siento que es mucho más fuerte que la que viví el año pasado. Y ciertamente no tiene razón de ser. Ya experimenté una vez lo que es comenzar un ciclo escolar, conocer a los integrantes de los grupos, definir las dinámicas más pertinentes para hacerles atractiva una clase, motivarlos y motivarme para ir más allá de las reglas impuestas por los recursos, los "jefes" y los programas; ya sé más o menos cómo torear las malas jugadas de los compañeros; ya sé modular mi voz y cómo hacer para no quedar afónica; ya conozco los contenidos de los cursos; ya sé que mis alumnos no son universitarios pequeños, sino niños y que como tales hay que hablarles de cada tema. Y sin embargo tengo miedo, mucho miedo de aquello que estoy a unas pocas horas de conocer. Me averguenza decirlo, pero sí, tengo miedo. Quizás el escribirlo funcione como placebo y me ayude a alcanzar la serenidad necesaria para enfrentar este primer día.