De haber sido un día después, habría resultado espejo, ser al menos poético en el sentido de la imagen numérica; ser un algo cercano a aquello que imaginé para un evento así: No puedo evitar caer en la cursilería de los sueños infantiles de cuentos de hadas y princesas...
Mientras escuchaba los parámetros a los que me comprometía, y se nos convidaba a mostrar una actitud ejemplar, sentí unas inmensas ganas de carcajearme y no sé si fue por nervios, miedo, arrepentimiento, emoción, o por lo extraño de aquellas palabras. Lo cierto es que mucho me costó controlar ese impulso...
Y aunque fue por ayudar, por cubrir la lista de requisitos, aunque sea "de a mentiritas", hay algo que no sé ni cómo abordar. Ahora me siento de alguna manera comprometida... Y también culpable. Soy la misma y no. Y me pregunto cómo deberé llenar papeles en adelante. Es sumamente extraño...
¡¡¡Y con lo que me gusta la incertidumbre...!!!
¡¡¡Pfff...!!!
Por ratos me gustaría platicarle a todos a modo terapeútico, pero gana más el deseo de mantenerlo privado. Sólo mis amigas entrañables saben y quiero que sepa Sur.
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