Durante casi tres semanas de vacaciones he hecho cosas distintas, pero creo que lo más destacable es que he sentido cosas distintas: desde el reconocer y dimensionar sentimientos hacia personajes innombrables, tener sueños eróticos frecuentemente (asunto por demás extraordinario pues en mi vida había tenido máximo unos 5 sueños de este tipo), ponderar mis sentidos por encima de lo racional y disfrutar con ellos del paisaje, de la lluvia, de la tierra, de todo cuanto he tocado, de lo que he saboreado... Es como si hubiera hecho a un lado la coraza que porto siempre para ahora abrirme a sentir con plenitud todo el entorno. Puedo hasta decir que estoy profundamente enamorada, que dormida he besado y acariciado intensamente, que mi piel está alerta y expectante. Es una gran sensación, y sobretodo, es algo nuevo para mi.
Y sé que lo mejor está por venir...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario