Pues ya entrada la noche, y luego de un día bastante lento, mientras platicaba con mi compañera de desvelos, me llegó de golpe la nostalgia, así que van esos versos hasta aquel incierto rumbo al que pronto le amanecerá un nuevo día...Algún día...
Quien ha visto la Esperanza, no la olvida. La busca bajo todos los cielos y entre todos los hombres. Y sueña que un día va a encontrarla de nuevo, no sabe dónde, acaso entre los suyos. En cada hombre late la posibilidad de ser o, más exactamente, de volver a ser otro hombre.
martes, 27 de enero de 2009
Enero 26... y con cuenta regresiva...
Te Espero
Te espero cuando la noche se haga día,
suspiros de esperanzas ya perdidas.
No creo que vengas, lo sé,
sé que no vendrás.
Sé que la distancia te hiere,
sé que las noches son más frías,
sé que ya no estás.
Creo saber todo de ti.
Sé que el día de pronto se te hace noche:
sé que sueñas con mi amor, pero no lo dices,
sé que soy un idiota al esperarte,
pues sé que no vendrás.
Te espero cuando miremos al cielo de noche:
tu allá, yo aquí, añorando aquellos días
en los que un beso marcó la despedida,
quizás por el resto de nuestras vidas.
Es triste hablar así.
Cuando el día se me hace de noche,
y la luna oculta ese sol tan radiante,
me siento sólo, lo sé;
nunca supe de nada tanto en mi vida,
solo sé que me encuentro muy sólo,
Y que no estoy allí.
Mis disculpas por sentir así,
nunca mi intención ha sido ofenderte.
Nunca soñé con quererte,
ni con sentirme así.
Mi aire se acaba como agua en el desierto,
mi vida se acorta pues no te llevo dentro.
Mi esperanza de vivir eres tu,
y no estoy allí.
¿Por qué no estoy allí?, te preguntarás...
¿Por qué no he tomado ese bus que me llevaría a ti?
Porque el mundo que llevo aquí no me permite estar allí,
porque todas las noches me torturo pensando en ti.
¿Por qué no sólo me olvido de ti?
¿Por qué no vivo sólo así?
¿Por qué no sólo...?
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Óleo de Mujer con sombrero
Una mujer se ha perdido
conocer el delirio y el polvo,
se ha perdido esta bella locura,
su breve cintura debajo de mí.
Se ha perdido mi forma de amar,
se ha perdido mi huella en su mar.
Veo una luz que vacila
y promete dejarnos a oscuras.
Veo un perro ladrando a la luna
con otra figura que recuerda a mí.
Veo más: veo que no me halló.
Veo más: veo que se perdió.
Una mujer innombrable
huye como una gaviota
y yo rápido seco mis botas,
blasfemo una nota y apago el reloj.
Que me tenga cuidado el amor,
que le puedo cantar su canción.
La cobardía es asunto
de los hombres, no de los amantes.
Los amores cobardes no llegan a amores,
ni a historias, se quedan allí.
Ni el recuerdo los puede salvar,
ni el mejor orador conjugar.
Una mujer con sombrero,
como un cuadro del viejo Chagall,
corrompiéndose al centro del miedo
y yo, que no soy bueno, me puse a llorar.
Pero entonces lloraba por mí,
y ahora lloro por verla morir.
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domingo, 25 de enero de 2009
El amenazado
Es el amor. Tendré que ocultarme o huir.
Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz. La
hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única.
¿De qué me servirán mis talismanes: el ejercicio de las letras,
la vaga erudición el aprendizaje de las palabras que usó
el áspero Norte para cantar sus mares y sus espadas, la serena amistad,
las galerías de la Biblioteca, las cosas comunes, los hábitos, el joven
amor de mi madre, la sombra militar de mis muertos, la noche
intemporal, el sabor del sueño?
Estar contigo o no estar contigo, es la medida de mi tiempo.
Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre se levanta a la voz
del ave, ya se han oscurecido los que miran por la ventana, pero la
sombra no ha traído la paz.
Es ya lo se, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz, la espera y la
espera y la memoria, el horror de vivir en lo sucesivo.
Es el amor con sus mitologías, con su pequeñas magias inútiles.
Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar.
Ya los ejércitos que cercan, las hordas.
(Esta habitación es irreal; ella no la ha visto.)
El nombre de una mujer me delata.
Me duele una mujer en todo el cuerpo.
.
1.964
I
Ya no es mágico el mundo. Te han dejado.
Ya no compartirás la clara luna
ni los lentos jardines: Ya no hay una
luna que no sea espejo del pasado,
cristal de soledad, sol de agonías.
Adiós las mutuas manos y las sienes
que acercaba el amor. Hoy sólo tienes
la fiel memoria y los desiertos días.
Nadie pierde ( repites vanamente )
sino lo que no tiene y no ha tenido
nunca, pero no basta ser valiente
para aprender el arte del olvido.
Un símbolo, una rosa, te desgarra
y te puede matar una guitarra.
II
Ya no seré feliz. Tal vez no importa.
Hay tantas otras cosas en el mundo;
un instante cualquiera es más profundo
y diverso que el mar. La vida es corta
y aunque las horas son tan largas, una
oscura maravilla nos acecha,
la muerte, ese otro mar, esa otra flecha
que nos libra del sol y de la luna
y del amor. La dicha que me diste
y me quitaste debe ser borrada;
lo que era todo tiene que ser nada.
Sólo me queda el goce de estar triste,
esa vana costumbre que me inclina
al Sur, a cierta puerta, a cierta esquina.
.
sábado, 24 de enero de 2009
Ceniza
Sólo aguas en tregua
nacidas para ser ceniza múltiple del viento.
Ya ves qué paradoja
amor, qué despropósito,
quería ser ave fénix,
amor, qué engaño,
qué fraude sustentaba mi proyecto,
quería volver como un corcel glorioso,
como un crepúsculo de llama
recurrente
y amanecer contigo en lo absoluto.
Me he muerto tan despacio como el humo
y mis alas de barro no sabían volar.
nacidas para ser ceniza múltiple del viento.
Ya ves qué paradoja
amor, qué despropósito,
quería ser ave fénix,
amor, qué engaño,
qué fraude sustentaba mi proyecto,
quería volver como un corcel glorioso,
como un crepúsculo de llama
recurrente
y amanecer contigo en lo absoluto.
Me he muerto tan despacio como el humo
y mis alas de barro no sabían volar.
Ya no aguanto!!!
Lo siento... en algún lugar necesitaba escribir este
- ¡ ¡ ¡ T e e x t r a ñ o ! ! ! -.
Poema de Amalia Iglesias
CAVAR UNA FOSA...
Cavar una fosa.
Edificar una casa.
Sobre las ruinas de las ruinas,
ahora y siempre por los siglos de los siglos,
la vida siempre en obras.
Un basurero atesora
la indiferente memoria de los días.
Quién reciclará nuestros despojos,
quién regalará fascículos
con nuestra colección de instantes,
qué teletipos darán noticia
de la simulación de un sueño,
quién archivará cuidadosamente nuestros nombres
y hará el penúltimo inventario,
en qué autopista o hiperespacio habitaremos.
Qué Internet hacia Dios por si lo escucha.
Entre derribo y derribo,
cavar una casa,
edificar una fosa.
domingo, 18 de enero de 2009
Hablando de Rius (de La Jornada)


Rius en primera persona: “Me siento a gusto con lo que he realizado y que ha disfrutado el papá, el hijo y hasta el nieto; son tres generaciones que se han echado a perder más o menos por mi culpa”.
Eduardo del Río, quien figura entre los máximos exponentes de la caricatura mexicana y ha hecho del humor una forma de vida, se trazó un objetivo y lo ha cumplido: cultivar la caricatura. Por ello en cada uno de sus libros de historietas rompe con la solemnidad para abordar con humor temas de filosofía, capitalismo, marxismo, historia, religión y hasta nutrición vegetariana.
Durante más de cinco décadas ha orientado, divertido y formado a miles de vegetarianos y ateos; también ha politizado a muchos mexicanos con sus historietas Los supermachos y Los agachados.
Elena Poniatowska considera a Rius como uno de los grandes educadores de México del siglo XX, mientras Carlos Monsiváis ha comentado que en el país existen tres secretarías de educación: la SEP, Televisa y Rius.
Calzonzin de carne y hueso
A Eduardo del Río (Zamora, Michoacán, 1934), quien se inició involuntariamente como católico –después fue seminarista, burócrata, embotellador, vendedor de jabón, office boy, encuadernador, cajero, profesor sin títulos y enterrador en Gayosso–, le gusta ver la vida “con humor y optimismo. No siempre es posible pero se hace la lucha. Los mexicanos no le damos tanta importancia a las cosas serias de la vida; lo que más nos critican es que somos una bola de irresponsables que llegamos tarde a todas partes, pero creo que es una forma de vida que deberían envidiarnos los extranjeros.
“Claro, nunca seremos una superpotencia y menos con estos gobiernitos que nos han tocado últimamente.”
A diferencia de las personas que se la “pasan buscando qué diablos hacer en su vida y no saben, tuve la suerte –explica Rius– de que a los 20 años ya sabía ser un buen caricaturista e iniciar una labor, aunque nunca imaginé que llegaría a publicar tantos libros y tantas historietas”.
Explica que uno de sus personajes favoritos para historietas es Calzonzin, porque “lo vi rencarnar en los comandantes zapatistas en Chiapas; se convirtió en alguien de carne y hueso. Además, nunca se había tratado al indígena con humor, sólo se les utilizaba para burlarse de ellos”.
Rius, a quien sus colegas El Fisgón, Hernández y Trino describen como “genio incomprendido, obispo fracasado y eterno curioso”, descubrió que mediante el humor los lectores comprenden mejor temas religiosos, filosóficos y de sexualidad.
“Hubo un tiempo –señala el caricaturista– en que el tema del sexo fue tabú; ahora tengo el libro La cama nostra, de humor erótico, que por cierto, cuando traté de publicarlo en Alemania, me lo regresaron porque era considerado un libro infantil.”
Y como ha encontrado en la caricatura y la sencillez del lenguaje una forma de aprendizaje, considera que la solemnidad fue inventada por el ser humano para no parecerse tanto a los animales. “Si veo un hombre que viste un frac negro con su corbatín y veo un chango, yo me quedo con el chango porque uno se disfraza para ser lo que no es y traiciona a su especie. El ser humano debería ser más natural y portarse como un niño para no vivir de las apariencias, eso es algo que nos ha dado al traste, el tratar de fingir y ser lo que no somos en realidad.”
La religión, gran negocio
Entre los más de cien libros que Rius ha publicado figura el Manual del perfecto ateo, con el cual se ganó la excomunión y lo llena de santo orgullo, y ahora piensa seriamente en inventar una religión porque es un gran negocio.
En el libro explica cómo el hombre comenzó a crear dioses y cómo las religiones se han aprovechado del temor de algunos hombres para su propio beneficio. Asimismo describe los errores de la Biblia, el Corán, el Popol Vuh, el Ramayana, el Tao Te King y el Libro de Confucio, entre otros.
Para los lectores que tienen dudas sobre el manual, su autor plantea las siguientes preguntas: si Dios es tan bueno como lo proclaman los sacerdotes, ¿qué razones existen para temerle? Si se encuentra en todas partes, ¿para qué diablos edificar iglesias? Si es todopoderoso, ¿cómo permite la blasfemia? Si Dios mandó a su hijo a fundar una única fe, ¿cómo es que hay tantas y peleándose entre sí?
Interés por la justicia
En otro volumen, Eduardo del Río documenta los abusos sexuales cometidos dentro de la Iglesia católica y le pide a Jesús que nos salve de ella.
¿Sería católico Jesucristo? es el título del libro que reúne pasajes de la vida de Marcial Maciel, Girolamo Prigione, Norberto Rivera, Juan Sandoval Íñiguez y Onésimo Cepeda.
Rius asegura que prefiere hacer crítica y espera “ingenuamente” que lo tomen en cuenta. “El trabajo de un caricaturista es señalar lo que está mal y no estar haciendo chistes babosos para que las personas se rían; me interesa que haya justicia. Esta lucha es difícil porque, aunque ande uno deprimido y apachurrado por lo que sucede en el país, tiene uno que procurar que la gente se ría un poquito.”
La panza es primero: la triste realidad de la comida mexicana, uno de los bestsellers mexicanos, editado por primera vez en 1973, que La Jornada pondrá a circular en una edición especial a partir del próximo miércoles 21, fue el primer libro en cuestionar las fallas nutricionales de la comida mexicana.
El caricaturista explica de manera exhaustiva que los malos hábitos alimenticios causan problemas como aumento de la presión arterial, padecimientos de la vesícula, enfermedades del corazón, arteriosclerosis, nefritis, vejez prematura y diabetes. Asimismo incluye una lista detallada de los minerales y vitaminas que necesita el organismo.
Rius enfatiza que al comer carne de cerdo, de res o un pescado, “nos estamos comiendo algo en descomposición, pudriéndose, lleno de urea, ácido láctico y otras porquerías. ¡Un cadáver, ni más ni menos!”
Los más leídos
La postura revisionista de Eduardo del Río es clara en La revolucioncita mexicana, libro en el que aborda el movimiento armado de 1910 y reconoce la lucha de Francisco Villa y Emiliano Zapata. “Se trata de una interpretación humorística con pretensiones de veracidad nada más y nada menos, aunque yo sólo sepa de la tal revolución por los libros y las películas.”
A partir del 21 de enero, La Jornada y Editorial Grijalbo ofrecerán a los lectores los mejores libros de Rius, en una colección especial de 12 títulos que se podrán adquirir los miércoles en puestos de periódicos y librerías de La Jornada. Asimismo se obsequiarán uno por uno, es decir, acompañando cada entrega semanal, los 12 cómics con los personajes de Mis supermachos. “Son los libros que más se han vendido, quizá no son los mejores del mundo, pero son los más leídos”, aclara su autor.
Los volúmenes que han hecho historia y que tendrán un costo de sólo 59.90 pesos son: La trukulenta historia del kapitalismo, La basura que comemos, Manual del perfecto ateo, Marx para principiantes, La panza es primero, La revolucioncita mexicana, Economía al alcance de todos, Filosofía para principiantes, 500 años fregados pero cristianos, Horóscopos, tarot y otras tomadas de pelo, El mito guadalupano y ¿Sería católico Jesucristo?
Historias de Cronopios y Famas: Sus historias naturales
León y cronopio
Un cronopio que anda por el desierto se encuentra con un león, y tiene lugar el diálogo siguiente:
León.-Te como.
Cronopio (afligidísimo pero con dignidad).-Y bueno.
León.-Ah, eso no. Nada de mártires conmigo. Échate a llorar, o lucha, una de dos. Así no te puedo comer. Vamos, estoy esperando. ¿No dices nada?
El cronopio no dice nada, y el león está perplejo, hasta que le viene una idea.
León.-Menos mal que tengo una espina en la mano izquierda que me fastidia mucho. Sácamela y te perdonaré.
El cronopio le saca la espina y el león se va, gruñendo de mala gana:
-Gracias, Androcles.
Cóndor y cronopio
Un cóndor cae como un rayo sobre un cronopio que pasa por Tinogasta, lo acorrala contra una pared de granito, y dice con gran petulancia, a saber:
Cóndor.-Atrévete a afirmar que no soy hermoso.
Cronopio.-Usted es el pájaro más hermoso que he visto nunca.
Cóndor.-Más todavía.
Cronopio.-Usted es más hermoso que el ave del paraíso.
Cóndor.-Atrévete a decir que no vuelo alto.
Cronopio.-Usted vuela a alturas vertiginosas, y es por completo supersónico y estratosférico.
Cóndor.-Atrévete a decir que huelo mal.
Cronopio.-Usted huele mejor que un litro entero de colonia jean-Marie Farina.
Cóndor.-Mierda de tipo. No deja ni un claro donde sacudirle un picotazo.
Flor y cronopio
Un cronopio encuentra una flor solitaria en medio de los campos. Primero la va a arrancar, pero piensa que es una crueldad inútil y se pone de rodillas a su lado y juega alegremente con la flor, a saber: le acaricia los pétalos, la sopla para que baile, zumba como una abeja, huele su perfume, y finalmente se acuesta debajo de la flor y se duerme envuelto en una gran paz.
La flor piensa: «Es como una flor».
Fama y eucalipto
Un fama anda por el bosque y aunque no necesita leña mira codiciosamente los árboles. Los árboles tienen un miedo terrible porque conocen las costumbres de los famas y temen lo peor. En medio de todos está un eucalipto hermoso, y el fama al verlo da un grito de alegría y baila tregua y baila catala en torno del perturbado eucalipto, diciendo así:
-Hojas antisépticas, invierno con salud, gran higiene.
Saca un hacha y golpea al eucalipto en el estómago, sin importársele nada. El eucalipto gime, herido de muerte, y los otros árboles oyen que dice entre suspiros:
-Pensar que este imbécil no tenía más que comprarse unas pastillas Valda.
Tortugas y cronopios
Ahora pasa que las tortugas son grandes admiradoras de la velocidad, como es natural.
Las esperanzas lo saben, y no se preocupan.
Los famas lo saben, y se burlan.
Los cronopios lo saben, y cada vez que encuentran una tortuga, sacan la caja de tizas de colores y sobre la redonda pizarra de la tortuga dibujan una golondrina.
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Historias de Cronopios y de Famas
Créeme
Créeme cuando te diga
que el amor me espanta
que me derrumbo ante un "te quiero dulce"
que soy feliz abriendo una trinchera.
Créeme cuando me vaya
y te nombre en la tarde,
viajando en una nube de tus horas
cuando te incluya entre mis monumentos.
Créeme cuando te diga que me voy al viento
de una razón que no permite espera
cuando te diga que no soy primavera
sino una tabla sobre un mar violento.
Créeme si no me ves si no te digo nada
si un día me pierdo y no regreso nunca.
Créeme que quiero ser machete en plena zafra
bala feroz al centro del combate.
Créeme cuando te diga que me voy al viento
de una razón que no permite espera
cuando te diga que no soy primavera
sino una tabla sobre un mar violento.
Créeme si no me ves si no te digo nada
si un día me pierdo y no regreso nunca.
Créeme que quiero ser machete en plena zafra
bala feroz al centro del combate.
Créeme que mis palabras tienen de arco iris
lo que mis manos de canción inspiras
créeme, créeme
porque así soy y así no soy de nadie.
Vicente Feliú
Las Histerietas de la Jornada
La nostalgia me llevó a buscar esta mañana las Histerietas, suplemento que en los 90 se publicó en La Jornada, y que a mi parecer, ha sido el mejor, conjuntando grandes moneros. Ahí va una pequeñita muestra:


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Terrora y Taboo
Sobre la crítica...
La crítica no es sino uno de los modos de operación de la imaginación, una de sus manifestaciones. En nuestra época la imaginación es crítica. Cierto, la crítica no es el sueño pero ella nos enseña a soñar y a distinguir entre los espectros de las pesadillas y las verdaderas visiones. la crítica es el aprendizaje de la imaginación en su segunda vuelta, la imaginación curada de fantasía y decidida a afrontar la realidad del mundo. La crítica nos dice que debemos aprender a disolver los ídolos: aprender a disolverlos dentro de nosotros mismos. Tenemos que aprender a ser aire, sueño en libertad.
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Octavio Paz
sábado, 17 de enero de 2009
Sobre la Historia

Vivimos la historia como si fuese una representación de enmascarados que trazan sobre el tablero figuras enigmáticas; a pesar de que sabemos que nuestros actos significan, dicen, no sabemos qué es lo que dicen y así se nos escapa el significado de la pieza que representamos. ¿Alguien lo sabe? Nadie conoce el desenlace final de la historia porque su fin es también el fin del hombre. Pero no podemos demorarnos en estas preguntas sin respuesta porque la historia nos obliga a vivirla: es la sustancia de nuestra vida y el lugar de nuestra muerte. Entre vivir la historia e interpretarla se pasan nuestras vidas. Al interpretarla, la vivimos: hacemos historia; al vivirla, la interpretamos: cada uno de nuestros actos es un signo. La historia que vivimos es una escritura; en la escritura de la historia visible debemos leer las metamorfosis y los cambios de la historia invisible. Esa lectura es un desciframiento, la traducción de una traducción: jamás leeremos el original. Cada versión es provisional: el texto cambia sin cesar (aunque quizá siempre dice lo mismo) y de ahí que de tiempo en tiempo se descarten ciertas versiones en favor de otras que, a su vez, antes habían sido descartadas. Cada traducción es una creación: un texto nuevo...
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La intemporal
El futuro es un tiempo falaz que siempre nos dice "todavía no es hora" y que así nos niega. El futuro no es el tiempo del amor: lo que el hombre quiere de verdad, lo quiere ahora. Aquel que construye la casa de la felicidad futura edifica la cárcel del presente.
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Paz..

Vivir, es separarnos del que fuimos para internarnos en el que vamos a ser, futuro extraño siempre. La soledad es el fondo último de la condición humana. El hombre es el único ser que se siente solo y el único que es búsqueda de otro. Su naturaleza -si se puede hablar de naturaleza al referirse al hombre, el ser que, precisamente, se ha inventado a sí mismo al decirle "no" a la naturaleza- consiste en aspirar a realizarse en otro. El hombre es nostalgia y búsqueda de comunión. Por eso cada vez que se siente a sí mismo se siente como carencia de otro, como soledad.
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Más de Paz...

El mexicano se esconde bajo muchas máscaras, que luego arroja un día de fiesta o de duelo, del mismo modo que la nación ha desgarrado todas las formas que la asfixiaban. Pero no hemos encontrado aún esa que reconcilie nuestra libertad con el orden, la palabra con el acto y ambos con una evidencia que ya no será sobrenatural, sino humana: la de nuestros semejantes. En esa búsqueda hemos retrocedido una y otra vez, para luego avanzar con más decisión hacia adelante. Y ahora, de pronto, hemos llegado al límite: en unos cuantos años hemos agotado todas las formas históricas que poseía Europa. No nos queda sino la desnudez o la mentira. Pues tras este derrumbe general de la Razón y la Fe, de Dios y la Utopía, no se levantan ya nuevos o viejos sistemas intelectuales, capaces de albergar nuestra angustia y tranquilizar nuestro desconcierto; frente a nosotros no hay nada. Estamos al fin solos. Como todos los hombres. Como ellos, vivimos el mundo de la violencia, de la simulación y del "ninguneo": el de la soledad cerrada, que si nos defiende nos oprime y que al ocultarnos nos desfigura y mutila. Si nos arrancamos estas máscaras, si nos abrimos, si, en fin, nos afrontamos, empezaremos a vivir y pensar de verdad. Nos aguardan una desnudez y un desamparo. Allí, en la soledad abierta, nos espera también la trascendencia: las manos de otros solitarios. Somos, por primera vez en nuestra historia, contemporáneos de todos los hombres.
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Esta ternura
Esta ternura y estas manos libres,
¿a quién darlas bajo el viento ? Tanto arroz
para la zorra, y en medio del llamado
la ansiedad de esa puerta abierta para nadie.
Hicimos pan tan blanco
para bocas ya muertas que aceptaban
solamente una luna de colmillo, el té
frío de la vela la alba.
Tocamos instrumentos para la ciega cólera
de sombras y sombreros olvidados. Nos quedamos
con los presentes ordenados en una mesa inútil,
y fue preciso beber la sidra caliente
en la vergüenza de la medianoche.
Entonces, ¿nadie quiere esto,
nadie?
Julio Cortázar
viernes, 16 de enero de 2009
AMOR CONDUSSE NOI AD UNA MORTE
Amar es una angustia, una pregunta,
una suspensa y luminosa duda;
es un querer saber todo lo tuyo
y a la vez un temor de al fin saberlo.
Amar es reconstruir, cuando te alejas,
tus pasos, tus silencios, tus palabras,
y pretender seguir tu pensamiento
cuando a mi lado, al fin inmóvil, callas.
Amar es una cólera secreta,
una helada y diabólica soberbia.
Amar es no dormir cuando en mi lecho
sueñas entre mis brazos que te ciñen,
y odiar el sueño en que, bajo tu frente,
acaso en otros brazos te abandonas.
Amar es escuchar sobre tu pecho,
hasta colmar la oreja codiciosa,
el rumor de tu sangre y la marea
de tu respiración acompasada.
Amar es absorber tu joven savia
y juntar nuestras bocas en un cauce
hasta que de la brisa de tu aliento
se impregnen para siempre mis entrañas.
Amar es una envidia verde y muda,
una sutil y lúcida avaricia.
Amar es provocar el dulce instante
en que tu piel busca mi piel despierta;
saciar a un tiempo la avidez nocturna
y morir otra vez la misma muerte
provisional, desgarradora, oscura.
Amar es una sed, la de la llaga
que arde sin consumirse ni cerrarse,
y el hambre de una boca atormentada
que pide más y más y no se sacia.
Amar es una insólita lujuria
y una gula voraz, siempre desierta.
Pero amar es también cerrar los ojos,
dejar que el sueño invada nuestro cuerpo
como un río de olvido y de tinieblas,
y navegar sin rumbo, a la deriva:
porque amar es, al fin, una indolencia.
Xavier Villaurrutia
Más amor...
"El amor es una tentativa de penetrar en otro ser, pero sólo puede realizarse a condición de que la entrega sea mutua. En todas partes es difícil este abandono de sí mismo; pocos coinciden con la entrega y más pocos aún logran trascender esta etapa posesiva y gozar del amor como lo que realmente es: un perpetuo descubrimiento, una inmersión en las aguas de la realidad y una recreación constante..."
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Mentiras...
"...¿Hasta qué punto el mentiroso de veras miente, de veras se propone engañar? ¿No es él la primera víctima de sus engaños y no es a sí mismo a quien engaña? El mentiroso se miente a sí mismo: tiene miedo de sí..."
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Octavio Paz
Sobre el amor
"El amor es elección. Libre elección, acaso, de nuestra fatalidad, súbito descubrimiento de la parte más secreta y fatal de nuestro ser. Pero la elección amorosa es imposible en nuestra sociedad. Ya Breton decía en uno de sus libros más hermosos -el loco amor- que dos prohibiciones impedían, desde su nacimiento, la elección amorosa: la interdicción social y la idea cristiana del pecado. Para realizarse, el amor necesita quebrantar la ley del mundo. En nuestro tiempo el amor es escándalo y desorden, transgresión: el de dos astros que rompen la fatalidad de sus órbitas y se encuentran a la mitad del espacio. La concepción romántica del amor, que implica ruptura y catástrofe, es la única que conocemos porque todo en la sociedad impide que el amor sea libre elección."
Octavio Paz
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Debaixo dos caracóis dos seus cabelos
Um dia a areia branca
Seus pés irão tocar
E vai molhar seus cabelos
A água azul do mar
Janelas e portas vão se abrir
Pra ver você chegar
E ao se sentir em casa
Sorrindo vai chorar
Debaixo dos caracóis dos seus cabelos
Uma história pra contar
De um mundo tão distante
Debaixo dos caracóis dos seus cabelos
Um soluço e a vontade
De ficar mais um instante
As luzes e o colorido
Que você vê agora
Nas ruas por onde anda
Na casa onde mora
Você olha tudo e nada
Lhe faz ficar contente
Você só deseja agora
Voltar pra sua gente
Debaixo dos caracóis dos seus cabelos
Uma história pra contar
De um mundo tão distante
Debaixo dos caracóis dos seus cabelos
Um soluço e a vontade
De ficar mais um instante
Você anda pela tarde
E o seu olhar tristonho
Deixa sangrar no peito
Uma saudade, um sonho
Um dia vou ver você
Chegando num sorriso
Pisando a areia branca
Que é seu paraíso
Debaixo dos caracóis dos seus cabelos
Uma história pra contar
De um mundo tão distante
Debaixo dos caracóis dos seus cabelos
Um soluço e a vontade
De ficar mais um instante
Caetano Veloso
De El Laberinto de la soledad...

"...Y le pedimos al amor -que, siendo deseo, es hambre de comunión, hambre de caer y morir tanto como de renacer- que nos dé un pedazo de vida verdadera, de muerte verdadera. No le pedimos la felicidad, ni el reposo, sino un instante, de vida plena, en la que se fundan los contrarios y vida y muerte, tiempo y eternidad, pacten. Oscuramente sabemos que vida y muerte no son sino dos movimientos, antagónicos pero complementarios, de una misma realidad. Creación y destrucción se funden en el acto amoroso; y durante una fracción de segundo el hombre entrevé un estado más perfecto."
Octavio Paz.
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