lunes, 18 de abril de 2011

Las cochinillas...

Mi solecito despierta y corre directo a la sala, arrojándose sobre uno de los sillones y exigiendo una cobija-mamá. Luego de una sesión de cosquillas y del desayuno, de puntitas va a su cuarto, y vuelve de allá con inmensa carga de juguetes que meticulosamente acomoda en el piso, sale al jardín, secuestra a un par de cochinillas y ríe mientras ellas caminan sobre sus manos.

Pasados los minutos le pido que las devuelva al jardín argumentando que deben tener hambre y que sus familias esperan por ellas. -Son felices jugando conmigo- es la respuesta que recibo. Entonces le pregunto cómo se sentiría si alguien se lleva a su mamá nomás por que sí...

Un poquito después las devuelve al mismo sitio en que las encontró.

-Orale, qué discusión tan extraña-, dice Brux cuando le comento lo que nos pasó esta mañana, y poco después seguimos hablando de lo triste que es leer las noticias nacionales. Y me pregunto si acaso esos "señores" no tuvieron nunca una conversación parecida en su infancia.


domingo, 17 de abril de 2011

sábado, 16 de abril de 2011

Amores platónicos y adioses...

Ya pasaron unos cuatro meses, quizás más... y el dolor ha cedido, y el entendimiento ha ayudado a sobrellevar tanta expectativa fallida, y el corazón sigue latiendo y enamorándose del amor, el otro gran utópico.

De aquellos paisajes idealizados me he propuesto despedirme de a poco y paulatinamente desapegarme. Me quedo con el recuerdo de lo que pudo ser, con el ideal del amor platónico que me llegó con media vida de retraso. Atesoro todas las emociones y recuerdos lindos y me despido de lo demás.

Dejé ya de creer en la inconsistencia de la distancia. Y a través de una lágrima que escapa miro el mapa y tengo la certeza de que en esta vida no será.

Le deseo infinidad de días felices y cierro la carpeta.



martes, 12 de abril de 2011